Apartándome contra la imagen del que todo lo ve, descubrÍ metido en el interior del coche que la vida es parecida a lo que me estaba ayudando a viajar.
En el maletero llevaba los recuerdos a una vida nueva, esas cosas que por mucho que quieras no puedes desprenderte de ellas. A veces parecen pocas, pero a medida que haces kilómetros descubres que en ese maletero no entra todo lo que quisieras...
En el interior iba yo conduciendo y manejando un presente que no sabia a donde me depararía o si era bueno o malo mi nuevo porvenir. Aunque haya espacio para cinco personas todos sabemos que una sola lo puede llenar...
En la parte delantera se encontraba el motor, el que manejaba los hilos y por muchos achaques que tuviera ese pequeño seguía alli despues de haberse convertido en clasico e ir a tirones de vez en cuando por esos momentos que pasan igual, pero los hacemos lentos...
KIRIKO
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